Job es el relato de un hombre piadoso que en cuestión de minutos perdió todas sus posesiones materiales, hijos y salud. Su esposa luego le dijo que maldijera a Dios y muriera. Para agravar este dolor, sus amigos utilizaron la teología para condenarlo en lugar de consolarlo. Y para peor, Dios permaneció en silencio durante toda esta pesadilla, negándose a responder a Job hasta el final.
¿Por qué un hombre justo cómo Job debe sufrir así? ¿Por qué un buen Dios permite que la tragedia llegue a sus hijos? ¿Por qué Dios sería el iniciador de esta noche oscura en el alma de Job?
Durante toda esta prueba, Job nunca entendió por qué estaba sufriendo. No hubo explicaciones de Dios, ni sueños, ni revelación, ni teofanía alguna para reforzar su fe. Los cielos parecían de fierro para este patriarca piadoso que adoraba a Dios cada día.
Job fue llamado a perseverar no viendo nada ni oyendo nada. En Job tenemos una muestra de cómo obra la fe que Dios nos ha dado.
