Listen

Description

Martyn Lloyd-Jones es uno de los más grandes predicadores del Siglo XX, definió su llamado a predicar de la siguiente manera:  “Mi tarea como predicador no solo es predicar a otros, sino también a mí mismo, y el verdadero valor de mi predicación para los demás, tiene directa relación de como me aplico el texto a mí mismo antes de predicárselos a ellos”  (La Predicación y los Predicadores)

La definición de Lloyd-Jones demuestra la esencia de la Predicación experimental, que para Thomas  Watson “no solo salva a las ovejas, sino también a los ministros” Esta forma de predicación no es una novedad teológica. La predicación experimental fue propia de los Apóstoles, los Padres de la Iglesia, los Santos Predicadores Medievales, los Reformadores y Puritanos, los hombres Avivamientos.

La Predicación Reformada se caracteriza por ser una predicación experimental. Donde la fe no solo es asentimiento de la verdad, sino también la experiencia de la verdad, aplicada y disfrutada por el creyente, produciendo una piedad practica, que no es ni mórbida, ni alienada.

La predicación experimental esta fundamentada en el mandato bíblico de Segunda a Timoteo 4:1-2: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. La predicación experimental busca la exaltación de Dios y no de hombre, la predicación experimental es la predicación de corazón a corazón, es la predicación solemne que se hace delante de Dios y del Señor Jesucristo, en el Poder del Espíritu Santo.

Los teólogos de Westminster resaltaron la importancia de esta predicación en el Catecismo Mayor: P. 159- ¿Cómo debe ser predicada la palabra de Dios por los que son llamados para ello?

R. Los que son llamados para trabajar en el ministerio de la palabra deben predicar doctrina sana, con diligencia, a tiempo y fuera de tiempo; plenamente, no con palabras persuasivas de humana sabiduría, si no con demostración del Espíritu y con poder, con fidelidad,  dando a conocer todo el consejo de Dios; con sabiduría, adaptándose a las necesidades y capacidades de los oyentes; con celo con amor ferviente a Dios  y a las almas de su pueblo;  con sinceridad,  buscando la gloria de Dios,  y la conversión,  edificación, y salvación de las almas.