Para muchos Cristianos la ira de Dios no es un atributo sino un defecto. De hecho en muchos seminarios se estudia el Sermón de Jonathan Edwards: “Pecadores en manos de un Dios airado” como ejemplo de la predicación carente de amor. Son muchos los predicadores modernos que desean arrancar de sus biblias los textos que hablan claramente de la ira de Dios como un atributo necesario de su Santidad. Muchos son los que le dicen a un mundo que odia a Dios y su palabra “Dios te ama y tiene un lindo plan para tu vida”, pero han olvidado que Dios esta airado contra el impío todos los días, y que por naturaleza el impío es hijo de ira. (Salmo 7:11, Ef. 2:3).
El verdadero conocimiento de Dios, nos da una profunda comprensión de su ira y odio contra el pecado. Negar la ira de Dios es negar la pureza inmaculada de su carácter. Es negar la santidad que lo hace un Dios único.
