El mensaje del evangelio NO se puede aderezar ni envolver a fin de hacerlo "más atractivo", ni "más relevante", ni "más amigable" - El evangelio de la cruz de Cristo confronta, humilla, y demanda una respuesta inmediata. Este nazareno crucificado y resucitado NO viene a condimentar nuestras historias de vida, ni a complementar nuestras experiencias; él NO está en el negocio de cumplir sueños, caprichos, antojos o ilusiones - vino a una cosa; proclamar SU reino, un reino al cual se entra en humillación, arrepentimiento y sometimiento.
Algo grave se aproxima; el juicio de Dios ha sido calendarizado y está cada vez más cerca - alguien (un judío nacido en Belén) puede salvarnos de la ira venidera, pero alguien (tú) necesita fe.
Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; (Hch.17.30)
