La carta a los Hebreos es conocida como "El quinto evangelio" - Mateo nos presenta a Jesús como el REY esperado, Marcos acentúa el carácter de SIERVO del Hijo de Dios, Lucas nos comparte muchos ángulos de la humanidad del Mesías; el hijo de Dios hecho HOMBRE y Juan acentúa la supremacía del santo ser que vino a redimirnos, el Verbo que es a la vez DIOS. Los cuatro evangelios nos regalan un panorama del ministerio terrenal de Jesucristo - pero Hebreos nos presenta un cuadro del ministerio celestial y actual de Jesús - nuestro SUMO SACERDOTE que intercede eternamente por nosotros con la sangre del pacto eterno.
Este es el evangelio que debe ser anunciado, creído, obedecido, repetido y celebrado: La sangre de Cristo nos libra del pecado y nos abre la puerta a la gloria de Dios y al reposo eterno.
Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (Heb 13.20-21)
