El diccionario define SEXISMO de la siguiente manera: Actitud discriminatoria de quien INFRAVALORA a las personas del sexo opuesto, o hace distinción de personas, según su sexo.
El sexismo es un mal de nuestra cultura; la mujer es infravalorada como un objeto, como un ser inferior – destacable sólo por su cuerpo o su belleza; objeto de prejuicios y menosprecio; “vieja tenía que ser” dice el macho; mientras “gata” y “perra” son calificativos comunes de un reguetonero famoso para referirse a las damas.
El hombre, así mismo es señalado cada vez más como el malo del cuento; el opresor, culpable hasta ser caballeroso, porque ahora hasta eso es un “micromachismo” - “el violador eres tú” acusan las feministas – “animal rastrero, escoria de la vida” le canta una señora…
Esta lucha entre hombres y mujeres; esta infravaloración hacia el sexo opuesto NO será revertida a nivel de sociedad o cultura, si primero no es resuelta desde el hogar.
Le toca a los varones aprender a tratar a su esposa y sus hijas con respeto y honra, con ternura y consideración – ejerciendo el liderazgo que Dios le ha encomendado NO como un derecho de oprimir y maltratar, no para servirse de su familia, sino para servirles como proveedor, sí – pero principalmente como pastor.
Le toca a las damas dignificar el papel de esposa y madre tan menospreciado en nuestra cultura; no viendo la sumisión como un obstáculo a su realización ni como una condición de opresión, sino como una vocación digna e importante para la construcción de una sociedad.
Hombre y Mujer son creados a imagen de Dios – no iguales en todos los sentidos, pero sí complementarios.
Se vale darnos cuenta de nuestras diferencias, pero estas diferencias existentes entre hombres y mujeres no son motivo para infravalorarnos o menospreciarnos, sino para celebrar la buena obra de Dios en la diversidad de roles.
Hombres y Mujeres encontramos nuestra identidad, redención y modelo de conducta en Cristo, quien siendo Rey estuvo dispuesto a servir al hombre, quien siendo Dios, vivió en sumisión y obediencia al Padre.
En Cristo Jesús, ser autoridad es pastorear y ser ayuda idónea es colaborar - el SERVICIO en imitación a Cristo es la norma.
Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. (1Co.11:11-12)
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Gen.1:27)
Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
(Gal.3:27-28)
Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la CONDUCTA de sus esposas. considerando vuestra conducta casta y respetuosa - …Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas SABIAMENTE, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. (1Pe 3:1-7)
