Dios sin nosotros no carece de nada, nosotros sin Dios carecemos de todo.
Él es el benefactor y nosotros los beneficiarios - no hay forma en que podamos merecer, pagar o retribuir las bendiciones de Dios - él bendice por su misericordia y gracia.
No hay manera de que podamos ser patrocinadores, auxiliadores o socios de Dios como si necesitara de nuestro capital o potencial (que no tenemos) - él es autosuficiente, independiente y supremo.
Pero entonces, si no le damos nada a Dios ¿Qué ocurre con nuestra adoración? ¿Acaso al adorar a Diosno le estamos dandoalgo? ¿No es la adoración en sí misma algo que le otorgamos a Dios?
Pues NO; nuestra adoración de ninguna manera le otorga o provee algo a Dios - ADORAR ES RECONOCER LA GRANDEZA DE DIOS - nuestra adoración no lo hace glorioso, él ya lo es, nuestro canto y liturgia lo lo hacen Altísimo y Sublime, él ya lo es. Lo que hacemos es reconocer esa grandeza; cuán majestuoso y supremo es nuestro Dios.
Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. (Salmo 100.3)
