En esta edición, explicamos como se produce el milagro lógico de que alguien llegue a consulta preocupado por un tercero y ese ser se sana. Comprobamos que ese consultante no puede no tener la historia que lleva a manifestar un síntoma en ese aparente otro yo, que nos muestra como un espejo, lo que nos molesta o nos preocupa para poder trascenderlo.