Con el liderazgo apropiado generando la visión estratégica correcta, la articulación de actores públicos, privados y de la Academia deberían hacer posible la consolidación de un Santander más competitivo e innovador. Un territorio que es la cuarta economía del país no puede seguir siendo atendido como un departamento de segunda clase. Episodio homónimo de mi columna en vanguardia.com