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Nunca dejes de ser niño es un recordatorio encantador de mantener viva la chispa de la alegría, la curiosidad y la creatividad que caracteriza la infancia. A lo largo de la vida, a menudo nos enfrentamos a responsabilidades y desafíos que pueden hacer que perdamos de vista la magia y la espontaneidad que disfrutábamos de niños. Sin embargo, conservar esa conexión con nuestro niño interior puede ser una fuente inagotable de inspiración, energía y felicidad. Al mantener esa sensación de asombro y juego, podemos cultivar una vida más plena, llena de aventuras, descubrimientos y momentos de pura felicidad.
