Al Espíritu Santo se le llamó en algún momento "El Gran Desconocido" porque la experiencia daba cuenta que muy poco cristianos conocían al Espíritu Santo y otros que le conocían no se dejaban guiar por él. Esta experiencia se mantiene ahora y es necesario cambiarla. Necesitamos dejarnos guiar por el Espíritu para vivir adecuadamente nuestra fe y para conocer y amar a Cristo Jesús el Señor.