“El propósito de Dios para nosotros sus hijos no se limita a aquello que nosotros somos capaces de hacer, más bien dicho propósito, contempla lo que Dios hará a favor de nosotros; sin embargo, para poder disfrutarlo, debemos aprender a esperar, confiar, perseverar y amar a Dios, en medio de nuestro desierto.”