“Como hijos de Dios debemos entender y asimilar que Dios no solo nos dio la capacidad como seres humanos de poder elegir, sino qué también nos dotó del poder de: decir no, debemos aprenderlo a utilizar, ya que éste será nuestro aliado en el establecimiento de aquellos limites que salvaguarden nuestra paz y estabilidad: física, mental, emocional y espiritual”