Disfrutar de un paseo por el monte, caminar enb una playa, tirarte sobre la hierba a ver las copas de los árboles, el vuelo de los pájaros o las estrellas… Si aún recuerdas lo bien que te sentó tu última escapada al campo, no es sólo porque desconectaste de la rutina diaria. El contacto con la naturaleza tiene un efecto terapéutico.
Elizabeth Michel te cuenta los 5 beneficios que no debes dejar pasar.