Somos canales de energía de un universo que siempre se expande y se contrae, somos ese mismo universo. La vida no se trata de hacer, sino de regresar siempre al SER, y a eso es a lo que siempre nos invita y nos han invitado los cambios. Solo es el constante fluir de la nueva, cuyo estado natural es danzar en diferentes estados de consciencia, vibración y frecuencia. Estados energéticos cambiantes, evolucionantes y vivos.