Dice Osvaldo Soriano: "Cada vez que un enviado especial italiano viene a Buenos Aires temo que me pregunte por don Salvatore, el pianista del Colón. Fueron varios los relatos que lo tuvieron como personaje y, después de todo, se supone que yo estaba escribiendo crónicas veraces para el diario más serio de Italia. Por las dudas estoy dispuesto a afirmar que don Salvatore murió de pulmonía una destemplada noche del invierno pasado."