Lo maravilloso de toparse con Julio Cortazar es que podemos encontrar en su obra textos de un compromiso social y político muy profundo, y a la vez, una mirada de la cotidianidad tan simple y exquisita a la vez, que no deja de despertar una gran admiración por su pluma. Y es este el caso del cuento elegido para hoy, breve, práctico y con una gran dosis de humor.