Les traigo nuevamente un cuento de Soriano, alguien a quien admiro profundamente (para muestra sólo basta con ver cómo arrancó Historias con Voz Propia) y a quien elijo habitualmente para leer, aún sin someter el texto a una grabación. Soriano me invita a meterme en sus historias, a dejar volar la imaginación y disfrutar plenamente de cada una de las palabras elegidas. Sería maravilloso que a ustedes les pase algo similar con la escucha, sabiendo que cada grabación se hace con mucho respeto y amor por la lectura.