La pluma de Sacheri es de las que más me emocionan. Me encanta leer sus cuentos, en especial esos que calan profundo en los recuerdos, en los sentimientos, en esa pasión que sólo los futboleros entienden. "La promesa" me olbigó a terminarlo con la piel erizada y con algún quiebre en la voz, que elegí dejar en la grabación porque es el mejor reflejo de esto que escribí más arriba. Sólo espero provocarles algo de ese sentimiento a ustedes. Con eso, estoy hecho.