En tiempos en los que el fútbol nos genera sensaciones encontradas, momentos gratos y de los que no lo son tanto, se me ocurrió grabar este texto que hace tiempo había leído y que quizás nos ayuda a encontrar cosas que nos provoquen una sonrisa, lejos de las caras largas que suelen provocar los dirigentes del fútbol sudamericano.
Espero que disfruten de esta historia.