La pandemia nos ha presentado una serie de obstáculos para traer a las personas a Jesús. Estábamos acostumbrados a nuestros templos y a nuestras actividades convencionales. El evangelio de Marcos nos desafía a cambiar nuestras formas y tradiciones para subirnos al techo, abrirlo y bajar a las personas a Jesús. No hay excusas cuando se ama! Rompamos los techos! Dios se va a glorificar!
