Hoy estaremos viendo los pasajes de Jeremías 37 y 38, veremos qué para arrepentirnos de nuestra maldad siempre necesitaremos de la gracia de Dios; además aprenderemos que Dios no garantiza que sus siervos no experimentaran persecución, ni siquiera cuando son fieles y si no tenemos fe en la Palabra de Dios, actuaremos cobardemente.