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Romanos 12 Reina-Valera 1960

Deberes cristianos

12 Así  que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis  vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es  vuestro culto racional. 2 No  os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la  renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la  buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

3 Digo,  pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre  vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener,  sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios  repartió a cada uno. 4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el  que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que  preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; 12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; 13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.

14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19 No  os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de  Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 20 Así  que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale  de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su  cabeza. 21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

2023-02-05