Los creyentes dedicaban tiempo a recibir la enseñanza de los apóstoles, a estar en comunión con los hermanos, a participar juntos de las comidas y a la oración. Todos tenían una actitud reverente, y el poder de Dios se manifestaba en muchas cosas que hacían los apóstoles. Todos los creyentes se mantenían unidos, y lo tenían todo en común. Solían vender sus bienes y posesiones, y repartir el producto según la necesidad de cada uno. Iban juntos todos los días a participar del culto en el Templo, y compartían los alimentos comiendo juntos en las casas con alegría y generosidad de corazón.Siempre estaban alabando a Dios, y a todo el pueblo le caían bien. Y el Señor iba añadiendo a su número los que se iban salvando cada día.
Hechos 2:42-47
Ser una iglesia que; que aprende, vive en comunion, que ora, viven en presencia de Dios, hace señales y prodigios, solidaria y que de culto a Dios.