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Description

Aceptarla puede suponer renunciar a algunos objetivos y ambiciones que apreciamos mucho, pero hacer la voluntad de Dios no es algo brusco, gris y agónico, sino la cosa más maravillosa, Mas allá de cargar la cruz, o renuncia,  se encuentra la suprema hermosura que excedea todas las hermosuras y que no se encuentra en ningún otro lugar. Hay solo una manera de traer paz al corazón, gozo a la mente, belleza a la vida, y es aceptar y hacer la voluntad de Dios.