En los '70 no tenían mucho optimismo sobre nuestro futuro, pero en algo le pegaron, 30 años después taríamos pegados a la televisión viendo a "gente real" competir entre si. Death Race 2000 es una distopia que muestra como un Gobierno totalitario utiliza a los medios y el entretenimiento para someter a la población, pero una rebelión buscará derrocarlo desde dentro del juego. Lejos de la bosta hizo Paul W.S. Anderson en 2008, esta locura protagonizada por el querido David Carradine, y con Silvester Stallone como villano, ofrece una visión crítica de un futuro cercano.
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