En los casi 40 años de autonomía, Aragón ha sido gobernada por matrimonios políticos de tendencias ideológicas dispares. Coaliciones que han tenido una vida intensa y que han estado al borde de la ruptura y el divorcio, aunque en muchos casos la aritmética les ha vuelto a unir. Pero nunca como hasta ahora Aragón había sido gobernada por cuatro partidos que, antes de ser socios en la DGA, eran enemigos declarados entre ellos