Paz y alegría en Jesús, José y María.Hoy llegamos al final de un camino de siete días en el que la Palabra nos ha alimentado y purificado. Desde el domingo, hemos aprendido a recordar las maravillas de Dios, confiar en su mirada, discernir líderes fieles, obedecer con prudencia y permanecer con Él en fidelidad. La figura de Rut culmina su camino de fe con la bendición de formar parte del linaje mesiánico. Y proclama la dicha de quien teme al Señor y sigue sus caminos.