Hemos sido marcados y sellados con el Espíritu Santo que, nos da una nueva vida y nos impulsa a deshacernos de todo signo de muerte: inmundicias, idolatrías, egoísmos, ira, aspereza, maledicencia, actitudes todas que, evidencian la muerte y nos invita hoy la Palabra de Dios a transformarnos por medio de la escucha y de creer en Jesucristo.