Dios, Padre tierno y misericordioso, tiene el deseo de darnos la vida eterna para ello nos ha dado a su Hijo, que ha venido en la carne, y para que veamos esta vida eterna Él refuerza el cerrojo de nuestras puertas
y bendice a nuestros hijos. Él mantiene la paz a nuestro alrededor,
con su trigo mejor sacia nuestra hambre, con la Eucaristía.
Él envía a la tierra. Le muestra a Jacob su pensamiento,
sus normas y designios a Israel.
No ha hecho nada igual con ningún pueblo,
ni le ha confiado a otros sus proyectos.