La lectura de hoy nos enfrenta a la partida inminente que todo ser humano en algún momento realiza y es importante volver nuestra mirada a Dios y a nuestros hermanos, manifestando nuestra confianza en Él, procurando hacer el bien, reconciliandonos unos con otros, caminando en unidad y no tener miedo ante las pruebas pues el señor es nuestro guardián y no nos deja solos.