Ayer, la Palabra de Dios nos invitaba a reavivar la memoria de las maravillas que Dios ha hecho, para mantenernos fieles. Hoy, Gedeón nos muestra que Dios llama incluso a quien se siente pequeño e incapaz. Y nos enseña la dicha de morar en la casa del Señor: ahí se encuentra la fuerza para caminar. Es un día para aprender que el verdadero alimento está en acoger la mirada de Dios sobre nosotros.