El Señor nos llena de bendiciones y establece una alianza con cada uno de nosotros y nos reclama que esos dones y cosas bellas que ha depositado en nosotros, las hemos malgastado y ofrecido a aquellos que sólo se aprovechan de nosotros, sin embargo, Él esta dispuesto a restablecer la Alianza con nosotros a pesar de nuestras infidelidades