Los viajes migratorios además de llenar de vida, esperanza y solidaridad a las sociedades, también pueden tener un efecto positivo en los países de acogida. La farmacéutica Pfizer anunciaba una posible vacuna para el COVID-19 la cual sus ensayos demuestran un 90% de eficiencia en su fase de pruebas. Algo que desato la euforia y la esperanza.
Detrás de esta noticia estaban Ugur Sahin y Özlem Türeci, el matrimonio de médicos de origen turco que son cofundadores de Biontech la empresa alemana que lleva a cabo la investigación. Dos científicos que son fruto de los viajes migratorios, de esas decisiones vitales que cobijan a millones de familias, pero también obviamente de su propia disciplina y como en este caso se refleja de los esfuerzos de una sociedad por incluir, promover y dotar de oportunidades.