Somos designados por el Señor para bendecir vidas. Enviados como ovejas en medio de lobos. Llamados a ser fieles, a evitar las distracciones del camino, a hollar serpientes y escorpiones, a llevar paz y anunciar las buenas nuevas de esperanza. Somos de los setenta comisionados por Dios. Un privilegio que valoramos y honramos. ¡Gracias Señor!