Ante esa enorme dificultad tenemos un solo Camino. Al acudir a los hombres nos encontraremos que aunque quieran ayudar no podrán y en otras ocasiones podrán pero no querrán. Un poco de fe será suficiente para evitar decepciones y frustraciones mientras recibimos el milagro que tanto necesitamos. El creyente puede tener absoluta confianza en que Jesús lo hará. ¡Gracias Señor!