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Detrás de esa sonrisa de que todo está perfectamente entendido cuando nuestro jefe nos dice por enésima vez como debe de hacerse algo, se esconde nuestro niño interior que al ser regañado por sus padres y dar la media vuelta pone ojos de huevo cocido diciendo "ya me tienes cansando".

Aceptémoslo a nadie le gusta ser regañado JAMÁS, es algo que quisiéramos evitar a toda costa, ¿por qué nos causa tanto disgusto?, será porque queremos tener la razón, estamos defendiendo nuestro punto de vista, odiamos que nos digan lo que tenemos que hacer, nos enfadamos con nosotros mismos por cometer el mismo error una y otra vez, en fin puede haber muchas razones, pero odiamos que nos llamen la atención, no conozco a alguien que me haya dicho algo como esto: "¿de qué hablas? A mí me encanta ser regañado, ufff no sabes cómo lo disfruto".

A menos que vivas aislado en del mundo puedes evitar que te llamen la atención en alguna parte de tu vida, pero pese a todos nuestros sentimientos negativos en contra de las llamadas de atención, son ellas las que nos hacen hacer cambios en nuestras vidas, las que nos forjan una personalidad y un carácter, somos unos antes y después de esas llamadas de atención.

En el trabajo normalmente es nuestro jefe quien nos llama la atención, hay múltiples estilos de liderazgo, desde los que te llaman para tener un one-on-one, hasta los que te gritan en frente de tus compañeros, pero créeme de todos se aprende SIEMPRE, cuando nuestro jefe constantemente nos está haciendo llamadas de atención, correcciones o cualquier otra forma de retroalimentación, comienza un sentimiento de desagrado y repele hacia ellos, es normal querer alejarse de alguien que no concuerda con tu estilo, hábitos o formas de hacer las cosas.

No te voy a mentir, hay jefes muy malos que lo único que saben hacer es oprimir a sus subordinados y hacerlos sentir menos porque no tienen idea de cómo hacer las cosas, pero afortunadamente no son la mayoría. Es probable que si tu jefe ésta constantemente dándote retroalimentación lo único que quiera conseguir de ti sea que te conviertas en una mejor versión y esto puede deberse a que ve en ti un potencial para crecer profesionalmente, no te preocupes por que constantemente te de consejos o te haga ver tus errores, ocúpate de corregir tus errores y seguir sus consejos, el día que él o ella ya no te llamen la atención o dejen de darte retroalimentación habrán pasado una de estas dos cosas:

  1. Te has      convertido en una mejor versión de ti mismo y estás haciendo cada día      mejor las cosas, así que recibes consejos eventuales.
  2. Tu jefe se ha dado por      vencido porque jamás corriges tus errores ni tomas en cuenta sus consejos.

Créeme, sabrás la diferencia y espero que no se muy tarde. Te invito a que la próxima vez que te sientas harto de que tu jefe se la pasa "fastidiándote" te preguntes si estas cerca de mejorar o estas cerca de que tu jefe se rinda al querer tratar de sacar una mejor versión de ti.

Aprovecha todas las oportunidades que te da la vida de ser mejor, recuerda persiste, persiste y jamás desistas.

Que tengas excelente semana, nos escuchamos en el siguiente Podcast.

® Todos los Derechos Reservados, Cynthia Dorantes R, 2020. Copyright © 2020 by Cynthia Dorantes