Con todo mi respeto para todas las mujeres fuertes, que atraviesan por un proceso de duelo producto de haber perdido: una pareja, un proyecto de vida, apoyo de la gente que aman, planes y todo en medio de la maternidad. Es decir, tienen que iniciar una nueva vida e inician con depresión, pérdidas y duelo. Cuando se vive una perdida iniciamos un proceso de duelo, mismo que nos permite asimilar el suceso y terminar por aceptar que tenemos que aprender a vivir sin aquello que hemos perdido. Sin embargo, en ocasiones sucede que un breve perdido de tiempo, perdernos muchas cosas o personas, cuando nuestras pérdidas son diversas, la crisis por la cual atravesamos suele ser más compleja. Si a eso le agregamos que estamos viviendo una etapa de reciente maternidad, el asunto adquiere un matiz aún más delicado. Y, sin embargo, está es una realidad que suelen enfrentar muchas mujeres hoy día en nuestro país. Para todas ellas este episodio.