Millones de personas consumen cafeína cada día. Las principales fuentes en nuestra dieta son el café, el té, refrescos y bebidas energéticas.
Entre los adultos la más habitual es el café. Porque gusta, porque despeja o porque el cuerpo lo pide en determinados momentos del día.
Sin embargo, existen ciertas creencias negativas sobre el consumo habitual de café que se asocian a la cafeína. Por ejemplo, que causa insomnio, ansiedad, que deshidrata, que provoca síndrome de abstinencia...
Pero ¿qué hay de verdad en ello? ¿Qué efectos fisiológicos puede causar la cafeína?