Entre 1764 y 1767, Gévaudan se convirtió en el escenario de una película de terror. Un animal desconocido comenzó a atacar salvajemente a los habitantes de esta región francesa hasta el punto de que el rey se vio obligado a enviar tropas por su cabeza. A día de hoy la ciencia aún no sabe qué clase de criatura hizo realidad, a lo grande, el mito del hombre lobo.