El aeropuerto de Denver, en el estado de Colorado, Estados Unidos. Es uno de esos puntos comunes para los amantes de las teorías conspiranoicas, porque tiene mucho de que hablar: símbolos Nazi; una enorme escultura con un origen misterioso; en sus pasillos coloridos murales anuncian, según algunos, el Apocalipsis, y una inmensa red de pasillos subterráneos ha despertado las sospechas de que en el fondo se trata de un búnker secreto que protegerá a una élite privilegiada cuando llegue el día del Juicio Final o, en su defecto, una invasión alienígena.