¿Lavadero?
Intoxicado por los efectos de su meteórico enriquecimiento, el empresario de origen judío David Saúl Guakil busca por todos los medios satisfacer su ambición de poder, aunque se ha tenido que conformar con riqueza sucia.
¿No que la lavaba?
Y es que muchos de los empresarios bajacalifornianos se muestran extrañados de los millonarios montos reflejados en las inversiones de David Saúl Guakil.
Para ellos es ilógico que alguien que contrabandeaba pantalones de mezclilla de China para venderlos en un Swap Meet de Tijuana, hoy sea propietario de 17 lujosos edificios terminados y 3 más en proceso.
Además, Saúl Guakil se presume socio mayoritario del Casino Arenia de Tijuana, una casa de juego cuyo propietario es el ex alcalde de Tijuana Carlos Bustamante Anchondo.
David Saúl Guakil fue suplente del entonces alcalde Bustamante, quien antes de asumir el cargo prácticamente estaba en la ruina.
Ese casino se mantuvo años cerrado por cuestiones políticas, sin contar con el lapso obligatorio a consecuencia de la pandemia.
Dice Guakil a sus incondicionales que “le costó muchísimo dinero” mantenerlo cerrado, aunque ahora ya comenzó su parcial operación.
¡Dice voz en cuello que le costó muchos millones de dólares!
Además —por si fuera poco— ya trascendió que Saúl Guakil pretende quedarse con el complejo habitacional y médico New City de Tijuana, cuyo propietario Moisés Abadi Entebi murió trágicamente en febrero de este año.
Por su ascendencia judía ambos personajes estrecharon su relación durante los últimos años, aunque personajes consultados por Cicuta aseguran que el vendedor de Swap Meet siempre mostró envidia hacia Abadi.
El asunto es que el flamante millonario busca quedarse con el complejo New City, cuyo valor estimado rebasaría los 170 millones de dólares.
Los empresarios consultados insisten en subrayar que los negocios lícitos difícilmente podrían generar unos 500 millones de dólares en una década.
A las autoridades este enriquecimiento les parece sospechoso.
La UIF... está ya detrás.