Carrocero
Saturado su organismo por los volúmenes de alcohol ingeridos, el regidor César Adrián González García anda tan mareado que debe suponer que allá en el Puerto de Ensenada nadie lo conoce.
Este joven de profesión ingeniero y regidor de Tijuana por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), acostumbra “soltar la lengua” al empujarse unos alcoholes.
Sépase que a bordo de una lujosa camioneta Audi negra (y acompañado de otro regidor), este hombre gusta de emborracharse en una marisquería ensenadense (de medio pelo) aunque de cocina exquisita.
Afuera esperan los escoltas a bordo de dos patrullas blancas de Tijuana.
Ya elevados los niveles de la bebida, al regidor González no le importa que lo escuchen los comensales.
Recientemente presumió que, en breve, “ellos” le sacarán jugo a la empresa que instalará las luminarias de Tijuana.
Lo mismo cacarea a gritos la conquista de bellas damas, que los “negocios” que hace con sus compañeros regidores a quienes llama por su nombre propio.
¡Arnulfo!
Algunos regidores consultados reconocen que González acostumbra hacerles jugosas propuestas a cambio de algún acuerdo político tras bambalinas.
Uno de los consultados asegura que a principios de la actual gestión, Adrián González presumió haber “comprado” la regiduría que ocupa el actual dirigente del PVEM en Baja California Fausto Gallardo.
Sus propios compañeros afirman que González “tiene su problema económico resuelto”, lo que vendría a apuntalar la versión de que realmente “compró la regiduría”.
