En Jeremías 6:16 Dios llama a su pueblo, a través del profeta, a volver a las sendas antiguas.
El pueblo de Israel se había desviado. A pesar de que iba al templo y cumplía con los principios de la ley en el día de la adoración, durante el resto de los días adoraba a dioses falsos.
Lamentablemente, Israel decidió no dejar los caminos equivocados y eso le costó la esclavitud: estuvieron 70 años bajo el imperio babilónico.
Con labios me honran pero su corazón está lejos de mí, dice Dios a través del profeta (Jer 12:2)
¿Qué tan cerca (o lejos) está nuestro corazón del Dios Altísimo? ¿Cuánto tiempo dedicamos para adorarle, para buscar su dirección en su Palabra?
El Dios Celoso (Ex 34:14) nos llama a que seamos celosos y nos arrepintamos de nuestros malos caminos (Ap 3:19)
Te invitamos a escuchar esta reflexión y a preguntarte cuáles son los caminos “nuevos” en los que estás caminando; y a volver a las sendas antiguas donde hallarás descanso para tu alma.
