Entre los fariseos había un hombre que, entre los judíos, era muy importante. Se llamaba Nicodemo. Este vino de noche a ver a Jesús, y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie podría hacer estas señales que tú haces si Dios no estuviera con él.» Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.»
San Juan 3:1-3 RVC
https://bible.com/bible/146/jhn.3.1-3.RVC