Todos pecamos todos los días, y es importante que, si queremos vivir vidas que agraden a Dios, tenemos que confesar nuestros pecados para recibir el perdón de Dios. De lo contrario, pereceremos. Jesús abre sus brazos y otorga su perdón a los que se acercan a Él con un corazón contrito y humillado. Dios te Bendiga. 🙏🏼🔥🤗