Se habla mucho del amor entre parejas, amor entre padres e hijos, amor hacia la familia y amigos en general, pero ¿Qué hay del amor a una misma?
Aún cuando es un mandamiento “amar a tu prójimo como a ti mismo” este último no a todas se les facilita poner en práctica, ya sea por circunstancias difíciles de la vida, carencias emocionales desde niñas u otras. Muchas han puesto en segundo lugar su amor propio, buscando quedar bien con los demás antes que consigo misma. Pensar que la felicidad la encuentran en otras personas u otras cosas, cuando la realidad es que no se trata de lo que viene de fuera, si no de lo que sale del interior. De ahí la importancia de amarte a ti misma, ¿Cómo? De las siguientes tres maneras:
1) Aceptarte tal y como eres
Dios te dio un cuerpo, podrás estar conforme o no, pero será tuyo durante todo el tiempo que estés aquí, así que cuídalo, valoralo y agradécelo.
Como la mayoría se queja de algo de su físico, es más fácil encontrar cualidades en otras, que en su propia persona. Hace poco entrevistaron a varios grupos de amigas y les pidieron que dijeran 5 cosas que les gusta de las demás y de inmediato las expresaron. Sin embargo, cuando fue su turno de que dijeran 5 cosas que les agrada de ellas mismas, se quedaron calladas, porque estaban más concentradas en lo que no les gusta.
2) Agradece
Cuando eres una persona agradecida, siempre te vas enfocar en lo bueno y no en lo malo. En lo que eres, en lo que tienes, y no en lo que te hace falta o te gustaría tener.
Aprende a recibir elogios. Cuando alguien te diga algo positivo sobre tu persona, sobre tus labores en casa, en el trabajo, di: gracias bien recibidas tus palabras.
Hay quienes en vez de agradecer, dicen dudando “tú crees”, “no se me hace” o “tú por qué me ves con ojos de amor”. Ese tipo de expresiones reflejan baja autoestima e inconformidad, pero cuando eres una mujer que se acepta como es, eres agradecida y feliz con lo que tienes, tendrás seguridad en ti misma, porque sabes lo valiosa que eres y por lo tanto reflejas amor propio.
3) Aprende a ser feliz contigo
Disfruta los momentos de ocio y de relajación. Es válido tomarte un tiempo para disfrutar lo que te gusta hacer. Por tu salud y tranquilidad emocional, el hecho de que te des un espacio para ti, te ayuda aminorar las tensiones, estrés, el mal humor, todo lo negativo que no sólo te afecta a ti, si no a quienes están a tu alrededor. Como no puedes dar lo que no tienes, es difícil reflejar gozo, paciencia, felicidad.
De hecho antes de que un avión despegue, a los pasajeros que viajan con niños se les da la instrucción en caso de contingencia ponerse primero ellos la mascarilla de oxígeno, y después colocárselo al menor. Porque para poder ayudar a los demás, tenemos que estar seguros y bien nosotros.