Fabián Carmona, el archivista de fútbol profundo, nos cuenta la historia de uno de los wines más destacados que han jugado en nuestro suelo. Fanático de Excursionistas y campeón con Defensores de Belgrano. Levantó la Copa del Mundo en 1978 y nunca se fue de la villa donde nació. El loco Houseman fue la pintura perfecta del jugador de potrero argentino.