¡HOLA MUNDO! ¿Cómo estás?, ¿Harto de levantarte a las seis y dormirte a la una?, ¿cansado de perder 5 horas diarias en el transporte para llegar a tu trabajo? ¿Quieren 500 pesos o un consejo millonario? Ya lo sé, yo también escogería los 500 pesos.
El trabajo dignifica, nos hace libres, nos permite encontrar un propósito en la vida y adquirir la posibilidad de obtener bienes o experiencias. Excepto cuando todo tu dinero se va en el camión, o en el mejor de los casos en la renta. O cuando por más que te esfuerzas no logras subir en la limitada escalera del ascenso laboral. Tampoco dignifica cuando, para tener un trabajo estable necesitas desestabilizar todo lo demás: tu sueño, tu salud, tu familia y tus amigos, tu tiempo, tus hobbies y a ti mismo.
La realidad es que somos mercancía y como todos los productos tenemos fecha de caducidad. El trabajo dignifica la vida, sí, pero eso no significa que el trabajo en el que estás hoy siempre lo haga. Por eso, pienso que es muy valiente cuando alguien decide dejar su trabajo porque necesita volver a encontrar el camino de la dignidad y, sobre todo, cuando nos damos cuenta de que es mejor tomarse a la ligera esta carrera interminable en donde todos nos dicen que estamos compitiendo.
Los invito a escuchar esta plática que tuve con mi amiga Nalle donde hablamos de nuestras experiencias trabajando, renunciando y abrazando el caos que implica buscar la felicidad más allá de un empleo. Como dice ella, a veces es bueno quedarse un tiempo sin plan. ¡Mil gracias Nalle! Por cierto, éste podcast lo grabamos antes, el día de hoy Nalle ya la está rompiendo en otro empleo, donde sigue cumpliendo con su sueño de ser reportera.
Yo sé que tienes historias de trabajos tóxicos. 🚩🚩🚩 Cuéntame el chismecito en Instagram @ultimanoche o aquí en comentarios si lo prefieres. 🙊🙊🙊
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