No todas las personas que inician un ministerio, o servicio al Señor, tienen la oportunidad de capacitarse en una institución teológica; hay ministros que desarrollan una buena labor, y no han tenido la oportunidad de recibir capacitación formal; no que sean inferiores a quienes tuvieron la oportunidad de capacitación, es que Dios escoge de esta manera para formarlos de forma diferente, según la labor que ellos, o ellas, van a desarrollar en su vida ministerial.